La Entertainment Software Association (ESA), organización que representa a las grandes empresas de videojuegos en los Estados Unidos, ha retirado oficialmente su apoyo a los polémicos proyectos de ley Stop Online Piracy Act (SOPA) y Protect IP Act (PIPA).
 Este cambio ha sido sin duda fruto de la enorme polémica y presión 
levantada estas últimas semanas, que ha encontrado una oposición frontal
 en la inmensa mayoría de empresas tecnológicas, pues a principios de 
este mes de enero la ESA había lanzado un comunicado en el que si bien 
aseguraba que era "consciente de la preocupación" que levantaba el 
proyecto de ley, no tenían intención de retirar su apoyo. Tras este 
cambio de parecer, la ESA ha lanzado un comunicado en el que pide a las 
autoridades que vuelvan a "centrar sus energías en crear una solución 
que equilibre eficazmente los intereses creativos y tecnológicos. Como 
industria de innovadores y creadores, entendemos la importancia tanto de
 la innovación tecnológica como de la protección de contenidos, y 
estamos comprometidos a trabajar con todas las partes para promover una 
solución equilibrada". Tanto la ley SOPA como la PIPA vendrían a dar al 
gobierno la potestad de cerrar cualquier tipo de web que consideren 
"sospechosa" de tener cualquier tipo de material con copyright, enlaces a
 contenidos protegidos con derechos de autor e, incluso, cualquier 
página que consideren que "facilite, promueva o permita la infracción de
 copyright". Como es obvio, este proyecto de ley se ha topado de frente 
con una gran oposición por los evidentes riesgos a la libertad de 
expresión (países como China, Siria o Irán usan el mismo sistema de 
bloqueo de webs), pero también de cara a las dificultades que se le 
pondría a la creación de nuevas empresas y start-ups, pues se crearía 
una gran inseguridad jurídica al no haber ni jueces ni garantías legales
 en este sentido.